El fantasma de Canterville es una obra cuya trama se desarrolla en un castillo encantado que lleva este nombre, por haber pertenecido a Simón de Canterville, quien pulula por los alrededores en forma de fantasma por haber asesinado a su esposa lady Leonor. La historia comienza cuando la familia Otis, conformada por míster Hiram B. Otis y lady Lucrecia R. Tappan, Washington —el mayor de sus hijos—, los mellizos Barras y Estrellas, y la pequeña Virginia E. Otis se mudan a vivir al castillo: se desata una serie de acontecimientos entre le fantasma y la nueva familia que habita allí, pues Simón Canterville sólo desea molestar a los Otis para que se alejen del castillo; y mientras Simón se la pasa ideando cómo asustar a los nevos ocupantes, los gemelos le gastan al fantasma una serie de bromas que terminan por convertir al victimario en víctima, lográndose con ello dos importantes hechos: a) que el fantasma se desanime anímicamente y deje de asustar a sus nuevos huéspedes ante las constantes jugarretas de los gemelos y, b) que Simón Canterville deje al fin descansar a su alma culpable para unirse eternamente con su esposa en la otra vida. Por otra parte, el resto de los cuentos que Oscar Wilde narra en esta obra están llenos de ingenio, diversión y, en algunos casos, nos ofrecen además una moraleja que trasciende la simple historia de sus personajes. Los otros cuentos llevan los siguientes nombres: El cumpleaños de una infanta, El pescador y su alma, El príncipe feliz, El ruiseñor y la rosa, El amigo leal, El famoso cohete, El joven rey, El niño astro, El gigante egoísta, El modelo millonario y La esfinge sin secreto.